MORIR COMO UN MARTIR
Eso es lo único que conseguirá el Gobierno Iraquí si consiente ejecutar a Sadam Husein. La condena de muerte del dictador iraquí no tiene lógica alguna. Lo primero, como demócratas, y como europeos, no podemos consentir la pena capital en ningún caso. En segundo lugar, por que no si Sadam Husein es ejecutado, no podrá responder ante la Justicia por otros crímenes cometidos durante su sangriento mandato. Y en tercer lugar, por que su ejecución en poco o en nada contribuirá a solucionar el conflicto iraquí. Es más, convertirá a Sadam Husein en un martir que será venerado y que será puesto de excusa por los miembros del Al Qaeda, una red terrorista a la que Sadam Husein jamás apoyó. Que ridícula puede llegar a ser la vida.
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