La guerra pasa factura a Bush.
Los estadounidenses han hablado muy claro, tras la contundente vistoria de los demócratas en la Cámara de Representantes y la quasi victoria en el Senado. La guerra de Iraq pasó factura al presidente Buhs en los pasados comicios legislativos, y se ha cobrado ya su primera víctima, tras la dimisión Donald Rumsfeld, el secretario de Defensa del Gobierno Norteamericano, gran artífice de la invasión iraquí. A pesar de la gran unidad que presidió la escena política y social norteamericana cuando comenzó la invasión de Iraq, gracias a los efectos del 11-S, los ciudadanos norteamericanos no han podido soportar una guerra cruenta que ya es demasiado larga, con escenas de muerte y destrucción a diario,y lo que es peor para la sociedad norteamericana, un goteo incesante de bajas de soldados norteamericanos. En defitiva, un nuevo Vietnam.
Bush ha salido trasquilado. Los Demócratas han pasado de 201 a 227 escaños en la Cámara de Representantes, mientras que los republicanos han bajado de 229 a 194. En el Senado, los resultados están más ajustados, a falta del recuento final en el Estado de Virginia: 48 demócratas frente a 49 republicanos, más dos senadores independienes. Además, las pasadas elecciones han puesto en el disparadero de salida hacia la Casa Blanca a Hillary Clinton, gracias a su segunda reelección como senadora con más del 65% de los votos de los neoyorkinos. Pero hay otra protagonista femenina de estas elecciones. Nancy Pelosi, congresista demócrata por el Estado de California, progresista y contraria a la guerra de Iraq, será la primera mujer en la historia de los Estados Unidos que presida la Cámara de Representantes.
Bush lo tiene cada día más complicado. Y es que ni la condena a muerte de Sadam Huseim ha conseguido frenar su deterioro. Con su caída en picado en los índices de popularidad, la debacle del Partido Republicano en las pasadas elecciones legislativas, y un incierto futuro en Iraq, el futuro de Bush anda ennegrecido por los nubarrones. La política exterior estadounidense ha creado un mundo más inseguro del que había antes. Un mundo enfrentado entre "buenos" y "malos" que ha puesto en peligro la seguridad de cientos de miles de vidas en todo el Planeta. No sabemos a ciencia cierta si los demócratas norteamericanos reconducirán la situación, y de que manera lo harán cuando tengan la oportunidad real de hacerlo. Sólo nos queda esperar de que Estados Unidos abandone la política exterior de confrontación y chulería y vuelva a la senda del diálogo y la paz. Sin invasiones. Sin amenazas. Sin ejes del mal. El mundo, lo necesita. El mundo necesita un nuevo panorama político internacional sin la presencia de George Buhs.
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